"Como en The Matrix, un universo de soñantes que aún creen estar vivos se desliza por un mundo ilusorio en cuyo escenario comen, aman, trabajan seres que, en realidad, alimentan al monstruo que los creó y le brindan el plasma necesario para sobrevivir. La Matriz, la Casa Matriz, chupa la vida de sus víctimas, quienes una vez que han descubierto el secreto, advertidos de que el entorno en el cual viven es una creación que se sostiene en un mundo onírico (mundo virtual de shoppings y de torres, de restaurantes y de objetos maravillosos, de diseño y salud) mientras el cuerpo real permanece aprisionado por un parásito que se alimenta de él y lo va destruyendo, se ven confrontados al dilema: seguir ofreciéndose mansamente en esa ilusión de vida que captura o despertar en el entorno de miseria que la Matriz va dejando como despojo, para asumir dolorosamente que hay que atravesar ese enfrentamiento con la muerte de la ilusión para que la esperanza deje paso a una vida posible.
La Argentina, sin embargo, no es un país virtual como The Matrix. Es tan real, tan realística, que se ha quedado virtualmente sin futuro, sin una representación de futuro que transforme el tiempo virtual en proyecto real. Paradójicamente, nuestro problema no es padecemos diariamente, negarnos a vivir en el realismo seco al cual nos condena la convicción de que las soluciones son cruentas, cuando aún no se han planteado un modo distinto los problemas, sin plantearnos que el diagnóstico de la enfermedad podría ser erróneo y rehusándonos a una amputación sin someterlo a revisión y rectificación. Ellos antes de que la constitución de un mundo virtual de cheques y tarjetas, un mundo de papel y plástico que, ironía, ni siquiera es posible para todos, nos transforme en ciudadanos virtuales de un mundo real que se ha sin representación."
"Dolor País", de Silvia Bleichmar, es uno de los libros que puede consultar en la Sala de Lectura, de lunes a viernes de 9 a 11 hs.
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